Adaptaciones en la EvAU con trastorno de aprendizaje/dislexia (en Madrid)

No son pocas las críticas que hay con respecto a la diferencia de dificultad en la EvAU/EBAU, antigua Selectividad, al no ser una misma prueba para todos los estudiantes de España: desde la parte más obvia, exámenes diferentes (que pueden ser más o menos fáciles en diferentes comunidades) hasta desigualdades en la puntuación (por ejemplo, diferencias en la penalización de las faltas de ortografía). A pesar de ello, las puntuaciones de acceso a las universidades son comunes independientemente de la comunidad de origen. 

Si a ello añadimos las diferencias en las adaptaciones cuando hay trastornos de aprendizaje como la dislexia, las desigualdades según la comunidad autónoma pueden ser exageradas, lo que va en contra de la ley educativa actual, la LOMLOE, y también de la Constitución en referencia a la igualdad de oportunidades. 

Ante el desconocimiento de algunas administraciones de las dificultades que genera la dislexia (una condición neurobiológica, generalmente con base genética), se ha tardado mucho tiempo (y todavía estamos en el camino) en tomar medidas para conseguir una evaluación justa y que las adaptaciones no sean consideradas un favor; se debe continuar la labor de formación e información en el ámbito educativo (y en la población general) para que estas medidas se entiendan como un derecho. No nos cabe la menor duda de que a un niño con hipermetropía que le ponen unas gafas no está en mejores condiciones que un niño sin gafas sin alteración en la visión y, por tanto, permitirle usarlas en un examen no supone un favor; igualmente, una persona con dislexia tiene un trato justo cuando se le da más tiempo para realizar un examen (tarda más en leer y en escribir, con lo que a efectos prácticos, con ese aumento contará con el mismo tiempo que el resto de alumnos) y cuando no se le consideran las faltas de ortografía (tiene una incapacidad para adquirir y automatizar las normas ortográficas). 

Sobre todo en Cataluña y Baleares (aunque también hay otras comunidades que les van siguiendo), hace tiempo que están haciendo los deberes en materia de igualdad en dificultades de aprendizaje en las pruebas de acceso a la universidad (y en etapas anteriores). Centrándonos en la Comunidad de Madrid, en cuya capital se ubica desde hace más de 10 años el centro de neuropsicología NEPSIN, especializado en el diagnóstico e intervención de los trastornos de aprendizaje, ha pasado de ser una “mala Comunidad” para la EvAU a ser, desde 2022, la mejor o una de las mejores para conseguir la igualdad de condiciones que exige la ley y la valoración objetiva de la adquisición de conocimientos para permitir el máximo desarrollo de las capacidades personales sin que afecte negativamente la dislexia.

Actualmente, las adaptaciones en la EvAU que se pueden aplicar a los alumnos con un trastorno específico en el aprendizaje de la lectura y la escritura en la Comunidad de Madrid son las siguientes: 

• Aumentar hasta media hora el tiempo en los exámenes.
• Lectura en voz alta por parte del tribunal de los enunciados (aunque no de los textos).
• Adaptación de la fuente.
• Ampliación del tamaño del papel a DIN A3 en algunas materias.
• Ubicación específica en el aula. 
• No penalización de errores ortográficos (ortografía natural, reglada y arbitraria, incluyendo mayúsculas, acentuación, signos de puntuación).

Esta última medida se aprobó el año pasado y se une a las anteriores que, aunque necesarias, se quedaban en un parche demasiado pequeño que no hacía justicia con el alcance real de la dislexia.

Entre los requisitos para solicitar estas adaptaciones, se especifica que se deben de haber aplicado también en los cursos de bachillerato y, por tanto, el diagnóstico tiene que ser anterior a esta etapa (y aunque la dislexia es un trastorno que no se cura, debe haber un informe posterior a los 14 años; si es anterior, se debe actualizar con una evaluación parcial que justifique que que las dificultades se mantienen). Aunque en la teoría, esta medida pueda tener sentido (evitar que estudiantes sin dislexia se aprovechen de las adaptaciones falseando unos síntomas que no tienen o una afectación debida a falta de esfuerzo, ya que generalmente el diagnóstico se produce en etapas anteriores), en la práctica puede dejar fuera a personas que obtengan el diagnóstico de manera tardía por muchos motivos (menor gravedad del trastorno que se hace más evidente cuando aumentan las exigencias, dificultad para atribuir las dificultades a este trastorno, por ejemplo, cuando hay otros trastornos como el TDAH, en condiciones como altas capacidades que compensan por su capacidad intelectual, lentitud del sistema público para el diagnóstico, esfuerzos sobrehumanos para ir sacando los cursos, etc.). En la actualidad, las asociaciones están solicitando que este punto se modifique para no dejar fuera a alumnos con dislexia diagnosticados tardíamente, aunque parece que empieza a haber más conciencia en los tribunales que lo valoran, pues desde el centro NEPSIN son varios los casos diagnosticados tardíamente en los que se ha conseguido que se acepten las adaptaciones (para más información, pincha AQUÍ).

Si necesitas que valoremos a tu hijo por un posible trastorno de aprendizaje de la lectoescritura o dislexia para conseguir que se le apliquen las adaptaciones marcadas por la ley en la EvAU (o en etapas anteriores), permitiendo una adecuada valoración de los conocimientos sin penalización por faltas de ortografía, más tiempo para realizar el examen porque siempre tarda más o necesita tiempo para revisarlo u otras medidas que puedan beneficiarle disminuyendo los síntomas que presenta, consulte con nosotros: