JUEGOS: Tripolo

El objetivo de este juego es deshacerse de todas las cartas.
El juego se inicia con nueve cartas sobre la mesa en disposición 3×3 y el resto de cartas se reparten entre los jugadores. Cuando comienza la partida, cada jugador puede dar las vuelta a cuatro de sus cartas (y según vaya usándolas, podrá ir levantando hasta un máximo de cuatro).
Las cartas tienen tres características: color, letra y dibujo. Para deshacerse de las cartas, cada jugador (sin turno, todo el mundo juega a la vez) debe colocar una de sus cartas sobre las cartas colocadas en la mesa de tal manera que se cree una línea (vertical, horizontal o diagonal) en la que se forme un “tres en línea” de una de las características (por ejemplo, tres A verticales, tres perritos calientes en horizontal, tres cartas de color amarillo en diagonal, etc.).
Entre las capacidades que pone en marcha, además de las obvias visuales, destacan algunas funciones ejecutivas:
La velocidad de procesamiento, puesto que se trata de un juego en el que hay que ser más rápido que los demás (tanto a nivel cognitivo, eligiendo correctamente qué carta puede ir en uno de los lugares, como motor, para colocar la carta).
La atención sostenida, puesto que hay que mantener la atención durante todo el tiempo que dure la partida (son partidas relativamente rápidas, pero una pequeña distracción o fatigarse demasiado rápido implica que los demás ponen muchas cartas y ya es muy difícil ganar).

La flexibilidad cognitiva y la atención alterna, puesto que hay ocasiones en las que no cuadra ninguna carta por una determinada característica (por ejemplo, no es posible colocar ninguna carta por color) y hay que centrarse en otra de las características (en cambio, sí se puede por letra o por dibujo). Como las cartas se colocan con bastante rapidez, hay que cambiar muy rápidamente el criterio. Además, hay que ser flexible a la hora de fijarse en diferentes líneas (por ejemplo, hay personas que tienen más dificultades para “mirar” las diagonales).

El juego está recomendado a partir de los 6 años, aunque con paciencia y ejemplos, se puede empezar a jugar con niños un poco más pequeños. Las partidas son cortas (según el juego 8-10 minutos, aunque cuando ya se ha aprendido, suelen ser algo más cortas) y se puede jugar de 2 a 4 jugadores (si sois cinco… también podéis jugar, simplemente hay menos cartas para cada jugador).
Al principio a los niños más pequeños les puede costar (porque las explicaciones verbales son más complicadas, aunque realmente las instrucciones no son complejas), pero una vez aprenden, es un juego que gusta bastante.