Hama o Hama Beads es un juego o manualidad que consiste en unas cuentas cilíndricas huecas de plástico, de colores muy variados, que se insertan en una placa con clavijas para formar imágenes y, tras aplicarles calor con una plancha se quedan todas unidas (y se saca de la placa); también se pueden pegar o coser, aunque la primera opción es la más utilizada. Con ellas se pueden hacer múltiples cosas, como imágenes o figuras en 3D para decorar, imanes para el frigorífico, pulseras, pendientes, cajas, y un amplio etcétera que solo limitará nuestra imaginación.
En realidad Hama Beads es el nombre de la marca comercial que ha hecho famosa esta manualidad y que le ha dado nombre, aunque podamos encontrarla con otras marcas.
Existen tres medidas de Hama: maxi, midi y mini.
- El tamaño Maxi tiene un diámetro de 10 mm. y está recomendado para niños de 3 a 5 años.
- El tamaño Midi es la mitad, 5 mm., y está recomendado para mayores de 5 años. Es el más utilizado porque (para niños a partir de 5 años) no es especialmente difícil a la vez que permite hacer figuras con un buen grado de detalle.
- El tamaño Mini es la mitad que el Midi, 2’5 mm. Está recomendado a partir de 10 años, si bien se requiere una muy buena motricidad fina, una dosis extra de paciencia y buena vista. El resultado es fascinante, con figuras con un alto grado de definición.
Existen piezas de muchos colores (más de 60 para el tamaño intermedio), siendo algunas opacas, otras translúcidas e incluso algunas que brillan en la oscuridad.
Las placas sobre las que se ponen las cuentas las hay de múltiples formas: desde las típicas cuadradas o redondas (las cuadradas son las que generalmente más se utilizan, además de que se pueden unir entre ellas para crear figuras más grandes) a otras con formas geométricas (estrellas, hexágonos, corazones, etc.) o formas de objetos u animales para hacer estos directamente (ardilla, delfín, flor, coche, etc.).
Los patrones se pueden sacar de múltiples sitios: libros específicos, patrones de Hama o figuras hechas con Hama en internet, patrones cuadriculados para otros fines (por ejemplo, para punto de cruz), etc. Incluso hay algún programa para pasar fotografías y dibujos a imágenes pixeladas para poder hacerlas con Hama. También se pueden realizar figuras usando la creatividad, sin fijarse en ningún patrón o realizando nuestros propios patrones (por ejemplo, en hojas cuadriculadas) para luego crearlo con las piezas.
Esta manualidad fomenta el desarrollo de diversas capacidades, entre las que destacan:
- Psicomotricidad fina: es la habilidad, en este caso manual, de realizar movimientos que requieren precisión. Implica la pinza digital que, en etapas previas a la enseñanza de la escritura, puede favorecer un correcto agarre del lápiz y una mejora de la grafomotricidad.
- Coordinación ojo-mano: implica la integración simultánea de la información que nos proporcionan los ojos para guiar el movimiento de nuestras manos en el espacio (aunque la propiocepción, es decir, la información que nos transmite nuestro sistema motor sobre la posición de las diferentes partes del cuerpo, también nos ayuda).
- Visopercepción: son aquellas habilidades que permiten analizar la información visual, desde las más básicas como la forma y el color a otras más complejas como las relaciones entre elementos, la orientación espacial, la capacidad para representar y manejar mentalmente los objetos en el espacio, etc.
- Visoconstrucción: asentándose sobre la visopercepción, la visoconstrucción permite plasmar una figura en el espacio, independientemente del material con el que se realice o las dimensiones.
- Atención sostenida/concentración: la realización de esta manualidad requiere mantenerse enfocado en la actividad durante un largo periodo de tiempo, ignorando los distractores, tanto internos (por ejemplo, querer hacer otra cosa, preguntar algo, recordar lo que hice ayer, etc.) como externos (otros niños hablando, el profesor moviéndose por el aula, etc.).
- Atención alterna: es la capacidad para cambiar nuestro foco de atención de una norma o tarea a otra; en este caso, hay que estar cambiando continuamente del patrón que estamos copiando a la figura que estamos haciendo en la placa.
- Planificación: supone crear un plan y seguirlo para conseguir el objetivo propuesto. En este caso, se requiere establecer por dónde empezar y continuar y el uso de otras estrategias (por ejemplo, marcar las filas o columnas que ya hemos hecho), siendo muy difícil hacer partes diferentes sin un orden establecido porque posteriormente no van a cuadrar entre sí.
- Monitorización: es la capacidad para supervisar nuestra conducta y comprobar que estamos siguiendo el plan previsto y que este nos lleva a nuestro objetivo. En este caso es muy fácil cometer equivocaciones (saltarse una línea, moverse un cuadro a un lado o a otro, contar una de más o de menos, etc.) y, por tanto, se debe ir comprobando que la figura es igual que la del patrón.
- Creatividad y pensamiento divergente: no solo se pueden hacer figuras para las que ya tengamos patrones, sino que podemos crear otras nuevas. Por otro lado, también se pueden crear nuevos usos de las figuras que hagamos con Hama (además de la típica figura para colgar o pegar con imán en el frigorífico, se pueden hacer llaveros, pendientes, marcos para fotos, puzles, marcapáginas, fundas para el móvil, cajas y muchas cosas más).
- Velocidad de procesamiento: aunque implica cierta complejidad crear las figuras (obviamente dependen del patrón elegido) muchas partes generalmente son poner muchas cuentas de un mismo color en un área ya predeterminada por otras piezas, tratándose de una actividad que requiere menos habilidades complejas y, por tanto, estimulando la velocidad de procesamiento, que es la capacidad para realizar de forma rápida o fluida tareas fáciles o aprendidas con la finalidad de ser más eficiente.
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