Clasificación de las pruebas de evaluación (en la tercera edad)

Clasificación de las pruebas de evaluación (en la tercera edad)

En una población cada vez más envejecida, el diagnóstico y sobre todo el diagnóstico precoz del deterioro cognitivo como consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa (o por otras causas) es muy importante porque, además de acabar con la incertidumbre y aumentar la comprensión del problema, promueve estrategias para afrontar la enfermedad con un tratamiento a distintos niveles. Al ser precoz, las dificultades cognitivas son leves y, por tanto, más difíciles de valorar. Aún así, se han desarrollado muchos instrumentos para su evaluación dentro de la neuropsicología (y dentro de un marco multidisciplinar, pues se requiere una visión médica completa). 

En la evaluación hay que distinguir entre envejecimiento normal, deterioro cognitivo leve, los diferentes tipos de demencia u otros cuadros que pueden cursar con una sintomatología similar, como la pseudodemencia (alteraciones cognitivas debidas a enfermedad mental, generalmente por depresión, aunque hay otros cuadros que pueden causarla) o demencias secundarias a otros cuadros médicos (por hipotiroidismo, hidrocefalia obstructiva, neurosífilis, tumores, etc.).

Para ello y tras la entrevista al paciente y familiares (junto con el uso de cuestionarios tanto para el propio paciente como de los cuidadores principales), se debe hacer una valoración cognitiva. Dependiendo de la información aportada, del lugar y de los profesionales que lleven a cabo la evaluación (no es lo mismo en atención primaria, donde la prueba la ha de pasar un médico o enfermero con un tiempo muy limitado para su aplicación, corrección e interpretación, que en una consulta neuropsicológica), se elegirán unas u otras pruebas. 

Los instrumentos de evaluación en general y en la población mayor en particular se pueden agrupar en tres grandes grupos: escalas breves, de cribado o screening, baterías generales y pruebas específicas.  

Las primeras, de cribado cognitivo, no son de diagnóstico, sino pruebas que pretenden medir de manera objetiva en muy poco tiempo (en torno a 5/10 minutos) el estado cognitivo del paciente a través de una o varias tareas e indican si hay que realizar una evaluación (ya sea neuropsicológica o de otro tipo) más a fondo; dan una puntuación global y se establece un punto de corte para establecer si es probable que haya o no demencia. Ejemplos de ellos son el Minimental/MMSE o Mini-Examen Cognoscitivo de Lobo/MEC, el Test del Reloj, el Fototest, etc.  

Las baterías generales son un conjunto de pruebas que exploran las principales funciones cognitivas pero de manera superficial de manera que, en un tiempo relativamente breve, se puede disponer de datos sobre el funcionamiento de las diferentes áreas. De esta forma, además de encontrar el funcionamiento cognitivo deficitario, se valoran aquellas áreas no afectadas o puntos fuertes sobre los que apoyar la intervención. Un ejemplo de este tipo de pruebas en el ámbito de la demencia es el CAMCOG, batería neuropsicológica del CAMDEX.

Por último encontramos las pruebas específicas, que valoran un área concreta del funcionamiento cognitivo. Valoran con mayor detalle diferentes aspectos o procesos de una determinada función. En este ámbito no suele haber pruebas específicas para la demencia, sino que son pruebas que se utilizan también en otras poblaciones y que tienen baremos para la tercera edad. Un ejemplo de ello es el TAVEC para la memoria, EPLA y Boston para el lenguaje, etc.

Cuando la demencia progresa, además de todas estas pruebas también son útiles las escalas funcionales para valorar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria e ir viendo la evolución, como puede ser la escala de deterioro global GDS.

¿Quieres que te llamemos?

Rellena el formulario y nos pondremos en contacto contigo

¡Solicita información!

    - Contacta sin compromiso -
    Calle doctor Esquerdo 128, 1° B
    28007, Madrid
    Tel.:659 158 324
    E-mail: info@nepsin.es

    La información de esta web ha sido escrita por la autora de la web, ya sea como opinión personal o como síntesis de artículos publicados en revistas científicas. Para la reproducción total o parcial de los contenidos de la web se debe pedir permiso en info@nepsin.es

    About Author

    Related posts

    ANOMIA (PARTE 3): EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA

    La evaluación de la anomia, dentro del marco de una evaluación neuropsicológica más amplia, no solo tiene que objetivar y cuantificar la anomia sino encontrar el o los procesos alterados, para lo que se utilizan diferentes pruebas para discriminar el tipo de anomia y diferenciarlo también de otros cuadros que pueden cursar con una sintomatología similar.

    Leer más

    ANOMIA (PARTE 2): ANOMIA SEMÁNTICA Y ANOMIA FONOLÓGICA

    Además de la anomia pura o léxica, también existen las anomias semánticas (hay pérdida del concepto) y anomia fonológica (se altera el acceso a los fonemas o su secuencia correcta, no pudiendo decir correctamente las palabras que se quiere)

    Leer más

    Leave a Comment