JUEGOS: Jungle Speed

JUEGOS: Jungle Speed

El objetivo de este juego es ser el primero en descartarse de todas las cartas que se tiene.

Cada jugador tiene un montón de cartas boca abajo y hay un tótem en el medio de los jugadores. En cada turno, un jugador tiene que levantar una carta y, cuando coincida la forma de la carta con la de otro jugador, tienen que intentar coger rápidamente el tótem; el más rápido le debe dar sus cartas al perdedor. Aunque parece muy sencillo hasta aquí, las cartas se parecen mucho entre ellas pero a veces no son completamente iguales. Además, hay cartas especiales que cambian cuándo hay que coger el tótem: cuando sale “flechas de colores”, el lugar de fijarse en la forma, los duelos para coger el tótem dependen del color de las cartas; si sale “flechas hacia fuera”, en el siguiente turno todos los jugadores sacan su carta al mismo tiempo, en lugar de hacerlo por turnos; por último, cuando sale “flechas hacia dentro”, todos deben intentar coger el tótem.

Se puede jugar a partir de dos jugadores y, según las instrucciones, hasta 15. Está recomendado a partir de 7 años, aunque pueden jugar niños más pequeños; para ello, es recomendable comenzar jugando solo con la regla básica (coger el tótem cuando dos cartas son iguales en forma) e ir añadiendo paulatinamente las cartas especiales según adquieran las normas anteriores. Además, se puede simplificar aún más quitando las cartas que sean muy parecidas entre sí e ir añadiéndolas poco a poco.

En mi opinión, es un juego realmente entretenido, gusta a niños y no tan niños y engancha bastante.

Hay diversos tipos de Jungle Speed: está el original, que además tiene una versión en la que se añaden cartas nuevas con patrones muy parecidos entre sí y con nuevas cartas especiales; también existe una versión con los rabbids, que tiene la misma lógica (y seguramente haya otros que desconozca que se juegue igual pero con otra temática); y hay un tercer tipo, el Jungle Speed Safari, aunque en este caso la lógica del juego es diferente, y se explicará más adelante en una nueva entrada.

La dificultad aumenta con el número de normas y si se añade la expansión; pero también es más difícil cuantas más personas jueguen, porque hay que comprobar más cartas. Otra forma de complicarlo cuando se controle muy bien el juego y las diferentes cartas es jugar con dos montones por persona, cada uno de ellos con una mano (y, por supuesto, el tótem lo debe coger la mano con la que coincida la imagen, pero no la otra).

En cuanto a las funciones cognitivas que pone en marcha, están principalmente centradas en las funciones ejecutivas, incluyendo las siguientes:

  • Atención sostenida, manteniendo la concentración durante toda la partida, porque despistarse puede hacer que te lleves una gran cantidad de cartas o que alguno de los adversarios te gane un duelo y, con ello, la partida.
  • Control inhibitorio: es la capacidad para controlar o inhibir una respuesta relativamente automática o impulsiva, ya que en ocasiones las cartas parecen iguales y, si se da la respuesta “fácil” (coger el tótem) y resultan ser diferentes en algún detalle, se lleva las cartas de todos los adversarios. Por otro lado, cuando cambian las normas por una carta especial, hay que controlar no dar la respuesta vigente hasta el momento (por ejemplo, cuando salen las “flechas de colores” no hay que coger el tótem si aparecen dos figuras con la misma forma, a pesar de que es la norma que hasta ese momento había que seguir).
  • Flexibilidad cognitiva y atención alterna: cada vez que al jugador le llega su turno, tiene que sacar una nueva carta, olvidando la anterior y realizando las comparaciones con esta última; además, generalmente hay que comparar las cartas por forma, pero cuando sale la carta especial de “flechas de colores” hay que fijarse únicamente en el color, ignorando la forma. Igualmente, las cartas especiales hacen que cambien las normas.
  • Memoria de trabajo visual o verbal, dependiendo de la estrategia utilizada: se debe almacenar de manera temporal la carta que cada uno tiene, para poder hacer rápidamente la comparación según los contrincantes sacan las suyas. Además, a veces se requiere rotar mentalmente la carta, porque hay figuras que tienen una determinada orientación y, si salen giradas con respecto a otras, hay que girarlas (o utilizar otra estrategia, dependiendo de las habilidades de cada uno), lo que requiere una adecuada memoria de trabajo visual. Por otro lado, hay que tener una serie de normas en mente para poder ganar, como es el significado de cada carta especial.
  • Velocidad de procesamiento, no sólo hay que ser rápido motrizmente para ser el más rápido en coger el tótem, sino que hay antes de esto se requiere comparar las cartas.

También pone en marcha otras capacidades, no tan relacionadas con las funciones ejecutivas, destacando:

  • Percepción y reconocimiento visual, para distinguir correctamente los dibujos de las diferentes cartas, atendiendo tanto a la globalidad como a los detalles para distinguir cartas muy parecidas.
  • Motricidad para coger el tótem sin tirarlo.
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