JUEGOS: Distraction

El objetivo de este juego es quedarte sin cartas.

Cada jugador tiene un montón de cartas (aproximadamente entre 10 y 13 cartas) boca abajo. Cada jugador, en orden, da la vuelta a su carta y la pone en el centro. En cada turno, a la persona que le toca tiene que decir todos los números acumulados que están en el centro (tapados por su última carta) en orden. Si aparece una carta naranja, tiene que robar una carta en la que hay una pregunta, leerla y contestarla; una vez hecho esto, le toca decir todas las cartas en orden. Si un jugador cree que otro lo ha dicho mal, le reta (es decir, el jugador que está en su turno tiene que volver a decir los número en orden mientras se comprueban); si las dice bien, se lleva el montón el jugador que ha retado y, si las dice mal, se las lleva el jugador que ha fallado.

Se puede jugar a partir de dos jugadores (y un número indeterminado de jugadores). Está recomendado a partir de 8 años, si bien niños algo más pequeños pueden jugar sin problemas.

La principal función cognitiva que pone en marcha se encuentra dentro de las funciones ejecutivas y es la memoria a corto plazo y de trabajo, principalmente el bucle fonológico (o agenda visoespacial, si se utiliza una estrategia visual) es decir, la capacidad para almacenar y mantener “en línea” la información. Este tipo de memoria es muy dependiente de la atención sostenida, es decir, en el momento en que la atención decae (o se le dedica a otras cuestiones), la información que intentábamos mantener se olvida.

La dificultad aumenta a medida que se van sacando más cartas y, sobre todo, cuando aparece la carta naranja, porque le dedicamos recursos a leer y contestar una pregunta, lo que puede hacer que “desaparezcan” los números que teníamos almacenados en esa memoria operativa.

Una forma de complicar el juego es teniendo que decir números diferentes a los que han salido a partir de una norma (por ejemplo, decir un número más o un número menos), de manera que además de forzar más la memoria de trabajo, se pone en marcha el control inhibitorio (controlar una respuesta más automática, como es decir el número que se está viendo, frente a otra respuesta menos automática).

Un buen juego para trabajar la memoria de trabajo de los mayores, muy sencillo de jugar y sin aspecto infantil. Lo único que hago (como diferencia cuando juego con niños o adultos jóvenes) es que filtro las preguntas que hay que responder cuando toca una carta naranja, porque algunas sí son más para niños o pueden generar cierta vergüenza en algunas personas (por ejemplo, «¿Quién es tu superhéroe favorito?» o «Pon una cara ridícula»), aunque la mayoría son adecuadas («¿Cuál es el nombre de la persona de tu izquierda?», «¿Qué mes fue hace dos meses?», «¿Qué es lo último que has comido?»).