Pruebas de evaluación en la tercera edad: Mini-Mental o MEC

El test conocido como Mini-mental, originalmente llamado Mini-Mental State Examination (MMSE) fue desarrollado por Folstein en 1975 y poco después se publicó una adaptación en España llamada Mini-examen Cognoscitivo o MEC (de Lobo), que es la que se suele utilizar en la clínica.

Centrándonos en la adaptación española, es una prueba sencilla de rápida aplicación (menos de 10 minutos) para el cribado del deterioro cognitivo, es decir, permite establecer si es conveniente realizar una evaluación neuropsicológica (o otros estudios complementarios) para conocer con más detalle las funciones cognitivas afectadas y la gravedad de la sintomatología.  

A través de una serie de preguntas y peticiones, se evalúan diferentes funciones cognitivas:  la orientación temporal y espacial (se le pregunta acerca del momento en que se encuentra y lugar en el que está), la memoria inmediata, el almacenamiento y recuperación de información (se le indican tres palabras que debe recordar), la concentración y la memoria de trabajo (por medio del cálculo mental y la inversión de tres números), el lenguaje a nivel oral, tanto expresivo (mediante repetición de una frase y la denominación a partir de estímulos visuales) como comprensivo (realizar una orden y establecer la categoría a la que pertenecen unas palabras), la lectura y la escritura de una frase y la visoconstrucción por la copia de un dibujo sencillo. 

Al igual que en otras pruebas de screening, se establece un punto de corte: la puntuación máxima de la prueba es de 35 puntos y el punto de corte para población mayor de 65 años es de 23/24, es decir, por debajo de 24 se considera que es muy probable que haya deterioro cognitivo; en el caso de adultos con menos de 65 años cambia el punto de corte, que es de 27/28. Por otro lado, tiene en cuenta que pueda haber déficits sensoriales, motores o de otro tipo (por ejemplo, analfabetismo), por lo que, si hay elementos que no se pueden aplicar, la puntuación hay que transformarla por una simple regla de tres. Independientemente de que haya preguntas que se puedan eliminar por analfabetismo, se ha visto que es una prueba en la que hay una importante influencia del nivel educativo; por ello, se han hecho algunas propuestas en las que se cambia el punto de corte o se dan o se quitan puntos extra dependiendo de los años de escolaridad.