JUEGOS: Set

El objetivo de este juego es conseguir el mayor número de grupo de tres cartas que podamos –SET– que cumplan unas condiciones, que se detallan más abajo.

El juego, en cuanto a material, es bastante sencillo: un conjunto de 81 cartas con unos símbolos con todas las posibles combinaciones de cuatro características: forma (óvalo, rombo u ondas), color (rojo, verde o morado), número (uno, dos o tres) y entramado (totalmente coloreado, rayado o vacío).

Los grupos que hay que formar, o SET, tienen que ser, en cada una de las características y de manera independiente entre ellas (número, forma, color y trama), iguales o diferentes.

Pongamos unos ejemplos para comprenderlo:

Primer ejemplo:

  • igual en número (todas las cartas tienen una figura)
  • diferente en forma (cada una tiene una forma)
  • igual en color (todas rojas)
  • diferente en trama (las tres, no valdría que dos fuesen iguales por dentro y una diferente)

Segundo y cuarto ejemplo: diferentes todas las características

Tercer y quinto ejemplo: diferente en número, color y trama pero igual en forma

Inicialmente puede ser un poco lioso (según mi experiencia con niños y adultos jóvenes y mayores, hay personas que lo entienden de manera muy intuitiva y otros que requieren bastantes explicaciones y ejemplos, independientemente de la capacidad intelectual) pero, una vez se entiende y se practica un poco, generalmente gusta bastante –aunque hay críos (y adultos) que abandonan antes de llegar a entenderlo o a cogerle “el truco”–.

El juego comienza con 12 cartas sobre la mesa y, sin turnos, todos los jugadores deben buscar un SET; cuando alguien lo localiza, dice “SET” y debe cogerlo (los demás jugadores valoran si realmente lo es). Si es correcto se queda las cartas y se colocan otras tres cartas del mazo. Si no lo es, devuelve las cartas a la mesa y pierde tres cartas (al principio con niños mejor que no pierdan cartas, es muy frustrante y es mejor que hagan muchas pruebas hasta que lo controlen mejor).

Es un juego que fomenta distintas capacidades cognitivas, sobre todo las funciones ejecutivas y, dentro de estas, principalmente estimula la flexibilidad cognitiva o atención alterna. Esta competencia implica ser capaz de cambiar nuestro pensamiento cuando la forma en la que estamos enfocando un problema es ineficaz; sería lo contrario a la rigidez o perseverancia. En este juego debemos cambiar de manera repetida nuestro foco de atención: podemos estar buscando cartas iguales en color y forma pero diferentes en el resto de características, pero si no están sobre la mesa, deberemos pensar en otro conjunto de características. Además, tenemos que cambiar en qué característica nos estamos fijando para valorar si las tres cartas son iguales o diferentes.

Es necesaria una elevada carga de atención sostenida, puesto que en el momento en el que nos fatiguemos o nos distraigamos, olvidaremos el SET sobre el que estábamos trabajando y tendremos que volver a empezar.

También requiere memoria de trabajo verbal y/o visual, pues debemos mantener información activa en nuestra conciencia para buscar los SET y valorar si son o no correctos. El tipo de memoria de trabajo que usemos dependerá principalmente de nuestra manera de procesar, ya que puede ser verbal (verbalizando las características y repitiéndonoslas si es necesario) o visual (razonando y manteniendo dicha información sin necesidad de que sea verbal). También es útil para saber qué cartas hay sobre la mesa, de manera que seamos más rápidos buscando o descartando posibles SET.

A medida que jugamos desarrollaremos diferentes estrategias para encontrar un SET de manera más rápida y eficaz, pues al principio y sobre todo con niños más pequeños suelen utilizar estrategias de ensayo y error.

Requiere capacidad de inhibición, porque hay veces que un grupo de cartas parece un SET y no lo es, por lo que no debemos adelantarnos antes de habernos asegurado que en cada una de las características las cartas son iguales o diferentes (de lo contrario, perderemos un SET y estaremos más lejos de ganar).

También requiere de una adecuada velocidad de procesamiento, aunque no es un juego sumamente rápido.

Además de estas funciones ejecutivas (y las capacidades visuales), tiene una alta carga de razonamiento visual.

Pueden jugar todas las personas que quieran (la elección es más bien por pragmática, todos aquellos que se puedan reunir en torno a las cartas y lleguen fácilmente a ellas). La partida dura en torno a 10/20 minutos (depende de la práctica de los jugadores) y la edad recomendada es a partir de 6 años.

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Es un juego muy apropiado para adultos: tiene una apariencia muy neutra (nada infantil) y requiere una capacidad de razonamiento y otras habilidades, sobre todo ejecutivas, elevadas; por otro lado, a pesar de requerir cierto grado de razonamiento, no requiere un determinado nivel educativo ni habilidades académicas (aunque una diferencia educativa puede afectar indirectamente a la capacidad para jugar). A pesar de ello, como he dicho antes, hay gente que entiende rápidamente el juego y otros a los que les cuesta mucho y se sienten incómodos al no entenderlo (más allá de que una vez jueguen les pueda gustar más o menos). Por tanto, el primer acercamiento debe ser cuidadoso si no queremos que lo rechacen a la primera.

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